Que llegaron hasta de la capital del país.
Como de costumbre, lo de rodar en moto no es más que una excusa para comer.
Al día siguiente nos juntamos todas bien tempranito…
E íbamos calentando motores mientras nuestros pilotos se ajustaban los trajes de agua.
El día amaneció lluvioso y así continuó hasta el Pozo de la Oración donde se daba la “salida real”.
Lluvia y más lluvia, no cesó en todo el rato…
Y alguno parecía el auténtico Capitán Pescanova.
Por fin se juntaron todos para la foto “oficial” en la que la mayoría no se quitó ni el casco…
Aunque hay que reconocer que el fotógrafo tampoco tenía desperdicio.
La lluvia continuó incesante durante toda la mañana y, para colmo, un rallie cerraba la ruta prevista haciendo que tuviésemos que buscar alternativas: unas se fueron directamente por San Glorio, otras buscaron la ruta original por Lunada y nosotras escogimos una alternativa por El Escudo ya que el día no estaba para disfrutar de la conducción ni del paisaje…
así que acabamos comiendo en un sitio donde tenían unos curiosos relojes de madera.
Por fin, después de comer cesó la lluvia y retomamos la ruta a la altura de Cervera de Pisuerga…
Para recorrer el tramo de la ruta de los pantanos…
Que tenían tanta agua acumulada que se les escapaba de forma espectacular por los aliviaderos.
De ahí a Posada de Valdeón no hubo mas novedad que el frío, la nieve en los laterales de la carretera …
Y la niebla que impedía disfrutar del paisaje.
Llegamos sin novedad y ya había varias compañeras aparcadas en las afueras del hotel…
Donde los protagonistas fueron estos dos simpáticos y preciosos perros.
Poco a poco seguían llegando grupos de compañeras…
Y antes de lo esperado se fueron todos los pilotos a disfrutar de lo que más les gusta: juntarse para intercambiar experiencias.
Al día siguiente se levantaron con mas ánimo…
Porque no llovia…
Así que enseguida empezaron con los preparativos, comenzando por los repostajes de emergencia…
Seguido de las fotos “Racing”.
También había lugar para las fotos con las amigas, aquí con “la Abulea”, entre ella y yo sumamos más de 750.000 kilómetros, más de tres cuartos de millón de kilómetros.
Después salimos en busca del sol que se veía a lo lejos…
Pero no fue difícil encontrarlo, también hubo niebla y nieve así que aprovechamos para una paradita y unas fotos.
Claudia y su Yamaha,
Josín y su BMW,
Karmen y su Kawasaki,
Carlos y su Ducati…
Venga, venga… seguimos que sino no acabamos.
Mira que bonito, por allí bajan todas las compañeras…
Y aprovechamos para hacerles unas fotos..
A su paso por un puentecito.
Primer repostaje y vuelta al bla, bla, bla…
Mientras se nos unieron algunas compañeras…
Antes de reemprender la marcha porque una vez en marcha nada nos parará…
Buen, casi nada.
Aprovechamos para una foto de grupo.
Hoy el tiempo respetó y no llovió en todo el camino así que disfrutamos de un montón de curvas…
Hasta llegar a la zona de la comida.
Aquí dábamos por finalizada la excursión aunque aún quedaba un buen tramo de carretera…
Pero también quedaba una la última reunión de “moteros”…
Que al fin y al cabo es lo que mas destaca de esta salida: …
Las buenas amistades que genera.
Tras una abundante pitanza y un buen rato de charla-coloquio…
Cruzamos el Pozo de las Mujeres Muertas para llegar a Pilotuerto…
Donde si se daba realmente por acabada la ruta.
Lo dicho, es una ruta muy tranquila…
Y sin ningún tipo de complicación en el recorrido puesto que es el mismo desde hace cuatro años.
Lo mas destacable es la belleza de los paisajes y las divertidas carreteras por las que transcurre…
Pero, sobre todo, el tiempo que hay para hacer amigos en las comidas y distintas paradas “medio oficiales”.
Solo queda dar las gracias a los artífices de la idea, Félix y Tino, y esperar que el año que viene no llueva tanto.
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Gracias por el reportaje Santi. ;.)
ResponderEliminarGracias a vosotros por el trabajo de hacerlo posible año tras año :)
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