Año 06 - Mes 01: Diciembre 2013

El mes de diciembre comenzó algo lluvioso lo que deslució un precioso evento de recogida de alimentos para personas necesitadas que organizó el Motoclub Reveyecu junto con Asturguardianes en el pueblo de Villaviciosa.

A pesar del mal tiempo, fueron muchas las compañeras que se acercaron a poner su granito de arena…

Y granito a granito,  entre todas conseguimos juntar un buen montón de kilos de alimentos para las personas más necesitadas.

Por suerte, también hubo días de sol durante este mes y claro, no podía desperdiciarlos en el garaje…

Porque al estar casi en invierno, los paisajes nevados empiezan a ser una constante en los puertos de montaña.

Son las carreteras de siempre por las que ya pasé una y mil veces pero no por ello dejan de sorprenderme con sus bonitos paisajes.

Ese día las aguas del embalse del Porma estaban especialmente tranquilas y me paré varias veces a deleitarme con el paisaje.

Si algo tiene el mes de Diciembre son días festivos, y como había un bonito puente a principios, me fui con otra amiga Varadero a tierras cántabras.

El primer día enlazamos varios pasos de montaña donde destacaba el puerto de la Palomera…

Con sus curiosas y típicas señales.

En el alto había mucha gente disfrutando de la nieve y el puente así que no pudimos parar, lo hicimos un poco mas abajo.

Después nos acercamos al nacimiento del río Ebro en Fontibre.

Un sitio muy bonito con un curioso altar lleno de de ofrendas.

Aunque yo no puedo acceder, si que hice lo posible por asomarme a contemplarlo.

Muy cerquita de allí hay un gran mapa en relieve de todo el recorrido del río Ebro desde Fontibre hasta el Delta del Ebro.

Santi ya lo conocía y ahora le decepcionó un poco por su mal estado de conservación. Desde luego, vivió tiempos mejores.

Acabamos en una casa rural que sería nuestra base de operaciones para los próximos días.

El día siguiente amaneció soleado pero con una helada importante así que nos fuimos con mucho cuidado hasta la vecina Santander donde fuimos a visitar la tienda de un amigo de nuestros pilotos.

Se llama Racing Boutique y la regenta Kike, un tío fenomenal con muy buen gusto para las motos, tiene una Varadero con mas de 305.000 kilómetros.

Los humanos se entretuvieron lo suyo hablando de sus cosas mientras nosotras esperamos pacientemente fuera hasta que, por fin, emprendimos la marcha para subir a Peña Cabarga.

Aunque ya había estado, siempre es un placer disfrutar de las vistas de ese precioso enclave.

Disfrutando de las curvas de la bajada, pudimos ver el impresionante complejo del banco de Santander, fortificado como un bunker.

Seguimos alejándonos de la ciudad y ascendemos el puerto de las Alisas donde paramos a ver un monumento a los ciclistas.

Para el siguiente destino dimos unas cuantas vueltas antes de encontrar el camino correcto, pero no me importó mucho, la verdad.

Ya en el camino correcto, seguimos disfrutando del otoño…

En una carreterita con unos desniveles muy importantes.

La carreterita ni siquiera aparecía en el GPS…

Porque parece ser que se asfaltó hace dos o tres años, todo un acierto para las que nos gustan los paisajes de montaña.

Ya en el alto, la foto de rigor con el objetivo de la visita, el monumento a la Vaca Pasiega.

La vista desde allá arriba es majestuosa, al fondo se ve el puerto de Alisas y mas allá Peña Cabarga, y al fondo Santander… vamos, todo el recorrido de hoy.

El entorno también es espectacular con las cumbres nevadas muy cerquita.

Aprovechamos para hacer alguna foto artística. He aquí a mis dos nuevas compañeras de viaje, mi hermana Varadero y su piloto Mónica. ¡A que están guapas!.

Aunque se puede bajar por el otro lado, nosotras bajamos por la misma vertiente después de esquivar unas cuantas vacas pasiegas que son las protagonistas de la zona.

Pasamos por el pueblo de Arredondo con su curiosa iglesia que tiene el campanario separado y mas parece un faro que otra cosa.

De ahí al valle del Asón para ver la cola de caballo que se forma en el nacimiento del río de su mismo nombre. Desgraciadamente no traía mucha agua pero estaba guapo igual. La vi con mucho más caudal.

A pocos kilómetros de la foto anterior localizamos el espectacular mirador del río Gándara en el pueblo de La Gándara un impresionante sitio que nos recomendó Raúl Calvo,  un viajero incansable.

Yo no pude llegar hasta allí, me quedé a unos 100 metros pero me contaron que Santi se lo pensó dos veces porque el suelo del mirador era de rejilla, de esos que se ve el fondo…

y las paredes de cristal para poder contemplar mejor el espectacular salto de agua.

Al final encontré un sitio al otro lado del río desde donde pude retratarme con el mirador. Tengo que volver en época de deshielo, tiene que ser un espectáculo.

Al día siguiente de nuevo un bonito día de sol pero frío, muy frío por las llanuras del norte de Burgos.

Nuestro primer destino era el famoso campo de petróleo de la zona.

No es que sea especialmente guapo pero es un sitio muy singular y como mi compañera no lo conocía, nos acercamos a hacer unas fotos.

Aquí empezamos a darnos cuenta que el frío de la noche podría causarnos serios problemas puesto que las zonas sombrías presentaban una importante helada.

Con cuidadito nos fuimos a ver el famoso pueblo de Orbaneja del Castillo, también con poco agua en esta ocasión.

Los pilotos pasearon por el pueblo y al salir nos hicimos una foto con el castillo o los camellos, llámalo como quieras.

Un poco después llegamos a Puentedey para seguir haciendo otro poco de turismo.

Para el siguiente destino tomamos una carreterita local que atravesaba una pequeña colina. Subimos sin problemas por su vertiente sur pero a la hora de bajar por el lado del norte…

nos sorprendió un tramo de unos 2 kilómetros de carretera completamente helada.

Con mucho cuidado, emprendimos la bajada.

Afortunadamente llegamos abajo sin contratiempos…

y un poco mas allá encontramos una señal muy significativa.

En pocos kilómetros y con algún tramo helado más, llegamos a la Ermita de San Bernabé en el Ojo de Guareña. Un enclave precioso pero estaba cerrado así que los pilotos solo pudieron visitarlo por fuera.

Lo malo de estos días es que enseguida oscurece así que solo tuvimos tiempo de acercarnos a Espinosa de los Monteros para que los pilotos tomasen un café…

Y ya al día siguiente emprendimos el regreso a casa haciendo una parada en el Chiringuito Motero de Arriondas, por supuesto.







Santi aún tenía unos días de vacaciones así que partimos con traquilidad en un largo viaje sin paradas, salvo para hacer alguna foto curiosa,…

Hasta legar a Barcelona, ya de noche, por supuesto.

Llegamos con tiempo suficiente así que pudimos subir a Montjuic para contemplar la ciudad de noche, mucho mas bonita en vivo que en fotos.

Y hasta nos acercamos a la Ramblas donde Santi dio un pequeño paseo turístico…

Antes de embarcarme de nuevo en un Ferry, que ya hacía tiempo que no navegaba nada.

Viajamos de noche así que solo se pudo disfrutar de la salida donde nos adelantó este barquito antes de abandonar el puerto.

Y antes de amanecer desembarcamos en la isla de Mallorca. Santi desayunó en una de las pocas cafeterías abiertas mientras hacíamos tiempo para que amaneciese.
El día estaba nublado pero mucho mas cálido que por el norte así que emprendimos la marcha alrededor de la isla por carreteritas secundarias y en sentido contrario a las agujas del reloj.
Nos llamó mucho la atención lo vacío que estaba todo puesto que al tratarse de una zona turística de verano en estas fechas apenas hay gente.
Por esta zona y a estas horas no encontramos a nadie por las carreteras, unas carreteras flanqueadas por unos curiosos muros de piedra que estaban por todos lados.

Llegamos al faro el Cap Salines, un poco apartado pero con unas bonitas vistas.

Seguimos circulando pegados a la costa por carreteritas y pueblecitos…

Y llegamos hasta Portocolom.

Este ya es un pueblo bastante grande con un gran puerto natural…

Y, por supuesto, su propio faro.

La verdad es que es un pueblecito encantador que en verano tiene que ser de lo mas animado, ruidoso y bullicioso.

Desde este ángulo impresiona lo grande que es la bahía con respecto a la boca de entrada.

A por otro faro, en este caso el de Capdepera....

Y enseguida al cercano pueblo de Arta para hacer un pcoo de turismo.

Después nos acercamos todo lo que pudimos al faro de Alcudia que está en una pequeña isla a la que claramente no podíamos acceder.

Aprovechamos para hacer alguna foto “¿artística?”.

Después de comer nos acercamos al faro mas alejado del día, el de Formentor…

Custodiado por bonitas e intrépidas cabras salvajes…

Que vagaban libremente entre los pocos turistas que había por allí.

Pero te muestro algo mas de la carretera que lleva a este faro, una carretera que discurre por un fantástico entorno…

Y que tiene un trazado espectacular excavado en la piedra o levantado por muros de la propia piedra de la zona.

Mira que vista mas bonita del faro y la carretera de acceso.

Y esta otra desde un poco mas lejos tampoco tiene desperdicio.

Aunque el último tramo antes de llegar al faro tiene muy poca vegetación, antes puedes encontrarte con algo mas de verde.

Pero lo que mas llama la atención son las preciosas calas con un agua azul-verdosa increíble.

Me llamó mucho la atención un camino que lleva hasta el faro y que en este tramo está excavado literalmente en la piedra. Se ve sobre el túnel.

El día siguiente amaneció totalmente despejado así que enseguida me puse a rodear la parte norte de la isla, en este caso en el sentido de la agujas del reloj y siempre lo mas cerca posible del mar. Que pena no poder meterme en esa bonita playa a disfrutar de la arena.

A los pocos kilómetros pude localizar estos bonitos acantilados desde los que aun se veía la ciudad de Palma al fondo.

Y aquí una foto para que salga Santi, que el pobre sale poco últimamente.

Continué el viaje y llegué al Puerto de Andratx, con infinidad de yates en sus muelles.

Impresionante, precioso, bonito… tranquilo, no había nadie por las calles.

Dando un paseo conseguí encontrar el faro de sa Mola, pequeñito y escondido.

Al marcharme no pude resistirme a sacar otra foto del otro lado de la bahía, ¿no es precioso?.

Poco después comprobamos lo que nos dijo un lugareño a la salida del pueblo anterior, un gran incendio devastó el año pasado parte de la zona por la que pasé. Una verdadera pena.

El paisaje tiene volverá a ser precioso cuando la naturaleza se regenere, seguro.

No obstante, el incendio fue controlado y no arrasó todo a su paso, enseguida volví a disfrutar de la montaña en todo su esplendor.

Preciosas vistas del Mediterráneo desde la sierra de la Tramontana

Entre foto y foto, paisaje y paisaje, llegué a la Torre de Verger…

Donde Santi subió a contemplar las vistas y sacó tiempo para hacerme una foto.

La carretera siempre va a media ladera y me llama la atención el ingenio de los humanos que hacen zonas escalonadas en las montañas para ganar terreno llano a las laderas.

Después del día de ayer, me llamó mucho la atención lo montañoso y verde de la zona norte de Mallorca, todo un descubrimiento.

Una paradita para hacer turismo en el pueblo de montaña de Deiá…

Y vuelta a nivel del mar en el Puerto de Soller, de nuevo plagado de bonitos yates.

Muy cerca estaba el faro de Cap Gros… 

con preciosas vistas como no podía ser de otra forma.

Otro ratito de turismo por el desierto pueblo del Puerto de Soller…

Donde localicé esta foto que parece sacada de otra época…

Pero que indica el paso del tranvía de Soller, toda una reliquia en funcionamiento que desgraciadamente estaba fuera de servicio por obras de mantenimiento.

Después de la visita fallida al tranvía, tomé otro puertecito de montaña con curiosos túneles excavados directamente en la roca.

Desde luego, la Tramontana es una sierra mucho mas agreste de lo que me esperaba, sobre todo después del día de ayer.

Curiosos y efectivos estos túneles que plagaban la carretera.

A pesar de que brillaba el sol, la carretera estaba bastante húmeda en algunas zonas en las que no daba el sol, así que con cuidado fui descubriendo algunas cosas interesantes.

Enseguida llegué a uno de esos destinos que Santi me había prometido…

Y es que la carretera se lía un poco aquí, ¿no crees?.

Como de costumbre, me tiré hacia abajo sin parar apenas a sacar fotos, solo a disfrutar de la carretera…

Hasta llegar a Sa Calobra donde, personalmente, no encontré nada interesante salvo una bonita cala…

Y un par de grandes complejos hosteleros cerrados.

Así que yo a lo mí, a subir de nuevo el puertecito de apenas 9 kilómetros pero que me parecieron mucho mas largos.

Eso si, antes me acerqué a conocer Cala Tuent por recomendación de un lugareño…

Y no me defraudó en absoluto, un remanso de paz y tranquilidad en un entorno encantador.

Dejando de lado el turismo, comenzamos el ascenso deleitándome con el trazado de este puertecito.

Lástima que la carretera estuviese muy húmeda porque el trazado era realmente divertido.

Me recuerda a algunos puertos de los Alpes, no tiene nada que envidiar.

No me digas que no es precioso.

Pero volvamos a este punto, fíjate en ese coche que pasa bajo el puente…

Y ahora sobre el puente.

Exacto, el famoso lazo, o nudo de corbata, o llámalo como quieras. ¡Que ganas tenía de ver esto en directo!. Ya vi otro similar el Col de Pierre San Martin, en los Pirineos, y otros dos seguidos en el puerto del León en Málaga pero este tiene algo especial, además de ser el único que conseguí fotografiar en todo su esplendor.

Con la tarde bien entrada, seguí avanzando por la carretera principal de la Tramontana entre bonitos bosques…

Y llegué al Santuario de Lluc, también cerrado aunque no creo que Santi hubiese entrado, no visita los sitios por dentro, prefiere verlos por fuera.

Poco después se acabó la carretera de montaña y llegué al pueblo de Pollença donde me encontré con estas escaleras infinitas… ¡que tentación!.
Ya se me estaba haciendo de noche y aun tenía que cruzar toda la isla para volver a Palma donde llegué justo a tiempo para hacer esta foto antes de que Santi me aparcase y se fuese a turistear por la ciudad.

Al día siguiente volvió el mal tiempo pero tenía ganas de rodar así que enseguida me acerqué a visitar el castillo de Bellver, totalmente redondo, sin líneas rectas, muy curioso.

Además está en un sitio privilegiado con preciosas vistas de la ciudad y el puerto de Palma.

Enseguida empezaron a caer las primeras gotas de lluvia, nada preocupante, mas miedo me dio este cartel, ¿por donde voy?.

¡Que tontería!, fui por el mismo sitio que hubieses ido tu, ¿no?. Otro puerto que disfruté en una primera pasada sin apenas paradas…

Hasta llegar de nuevo a Soller y a su puerto.

Luego deshice el camino, ahora con mas calma y sacando fotos de este otro puerto mítico.

Todo muy despacio porque gracias al túnel no hay nada de tráfico y eso se nota en el bajo mantenimiento del puerto.

El trazado es sencillo, lo puedes ver en el GPS y en la carretera: curva a derecha, curva a izquierda. No es lo mas divertido pero si interesante.

Después me fui a rodar sin mas, sin sacar fotos, solo rodar y disfrutar del paisaje… hasta que me di cuenta que estaba en el lado opuesto de la isla. Di la vuelta y me encontré sin querer con este puertecito.

Apenas un kilómetro o kilómetro y medio que han sido sustituidos por un túnel.

Mejor para mi, mira que bonito.

Ya llegando a la zona mas poblada de la isla, me paré a contemplar y fotografiar estos curiosos molinos.

Había decenas de ellos, unos perfectamente restaurados, otros en buen estado de conservación y otros totalmente abandonados, pero todos ellos con su encanto.

No conseguí acercarme lo suficiente a uno bien restaurado pero este puede servir para hacernos una idea, ¿no?.

Volví a la zona del Soller porque hoy quería ver el famoso tren de Soller, que es otro antiguo tren eléctrico de hierro y madera que sigue en funcionamiento y enlaza Palma con Soller donde se puede hacer trasbordo al tranvía para llegar hasta el Puerto de Soller. Desgraciadamente me dijeron que el tren también estaba fuera de servicio por mantenimiento.

Y aquí se acabó mis andanzas por Mallorca, poco más de 1000 kilómetros en los que disfruté de un primer contacto con esta preciosa isla. Solo quedaba un agitadísimo viaje de vuelta en ferry con mas de cuatro horas de retraso y un mar picado que hacía que el barco se moviese mucho mas de lo aconsejable.







Después de llegar con cuatro horas de retraso a Valencia, aún tuve que hacer unos 120 kilómetros de noche para llegar a Aras de los Olmos.

¡¡¡Menuda sorpresa!!!. Santi se había apuntado a un curso con su moto, o sea, conmigo y, a diferencia de todos los cursos que hicimos hasta ahora, este era de off road (vamos, de todo terreno para las que no dominamos el inglés).

Como de costumbre, muchos nervios ante “lo desconocido”, pero enseguida me di cuenta que estaba ante auténticos profesionales, la gente del Enduro Park de Aras Rural.
http://www.enduroparkarasrural.com/Enduropark/Escuela_y_Viajes_Offroad_Enduropark.html

Después de la típica charla teórica en la que Santi casi se duerme… como siempre, vino una sesión de configuración de nuestras mecánicas para enfrentarnos a la conducción fuera del asfalto. Yo me quité los retrovisores por aquello de parecer “mas profesional”.

El primer día comenzó muy suave pero muy organizado, con las cosas muy claras y una línea perfectamente definida donde todo lo aprendido se iba poniendo en práctica a medida que avanzaba el curso.

Eso si, este primer día sirvió para que los pilotos se fuesen conociendo y entablando una bonita amistad.

Para rematar y ya al oscurecer, nos fuimos de excursión por las pistas de los alrededores donde disfrutamos de unas vistas preciosas.

Por supuesto, había un par de vadeos facilitos para divertirnos un poco…

Y al final se convirtió en una salida nocturna porque los días no dan para mucho en esta época del año.

El plato fuerte del curso vino el segundo día donde los monitores ya nos conocían y sabían que podían esperar de cada una de nosotras.

Aquí las prácticas se complicaron un poquito y siempre estaban perfectamente asistidas por uno o mas monitores.

Mira un ejemplo: no conseguimos coronar una subida fuerte y tenemos que dar la vuelta.

Sencillo, nos tumbamos sobre un costado y que el piloto sude para darnos la vuelta, luego descendemos y volvemos a intentarlo.

Por supuesto, antes habían aprendido a ponernos en pie, a sujetarnos con un par de dedos, … en definitiva, a coger confianza con nosotras.

Mas prácticas: subida con inercia,…

Posición del cuerpo…

Bajadas sin bloquear frenos…

Bueno, ya me conocéis… al final se me calienta el aceite y acabo haciendo “pequeños invertidos” como decía uno de los monitores. No me puedo aguantar.

Otro rato lo pasamos aprendiendo a circular en la arena y ahí casi saco por el manillar a Santi.

No se, insistió en pasar en segunda a todo gas y yo soy mas tranquila, muuuuucho mas tranquila. Al final primera a medio gas, poco a poco, sin prisas… que vine a disfrutar.

Y para rematar, lo que allí llamaban “la trialera”… puf, cómo suena eso… ¡que ganas!.

Por supuesto no era una zona de un mundial pero si que tenía su aquello y me lo pasé en grande…

Bajando sin reparos y con las lecciones bien recientes…

Y subiendo sin miedo y con soltura.

Creo que en esta foto se ve perfectamente como nos lo estábamos pasando Santi y yo.

Porque me lo pasé muy, pero que muy bien, tanto que al final hicimos un video todas juntas para celebrar la navidad y eso.
http://www.youtube.com/watch?v=8CSZep6M3AU

Por si todo esto fuese poco, a Santi le dieron un diploma y todo, otro mas. Si quieres ver la crónica sobre el curso y un montón de fotos de mis otras compañeras, mira esto:
http://www.enduroparkarasrural.com/Enduropark/Noticias_Enduropark/Entradas/2013/12/30_Ultimo_curso_Nivel_1_trail_y_maxitrail_2013.html

Santi se despidió de sus nuevos amigos: Juan Oso, uno de los monitores y un motero de campo de los buenos,

Chus, el dueño de uno de los bares moteros mas famosos y con mas ambiente del norte de la península, el Punto y Aparte en Santander,
https://www.facebook.com/pages/Punto-y-Aparte-Team-Santander/173638932716376?fref=ts

Y Judith, gran motera aventurera de Asturias con la que no habíamos coincidido hasta ahora.
http://www.lugaresenmoto.es/



Y eso fue todo, me puse los retrovisores, las maletas y dirigí mis focos hacia el norte para volver a Asturias.

Este mes también es el de la fiesta del Moto Club Cuenca Minera, MI MOTOCLUB, y como cada año hacen varias actividades, entre ellas este año hubo una exhibición de trial.

Como de costumbre, yo no pude acercarme pero ahí tienes al Roxu, su cuñada Irene, Santi y… Amós Bilbao, antiguo campén de España, vencedor de los seis días de Escocia de trial y probador oficial de Montesa-Honda.

Bueno, como puedes ver, yo también estaba por allí.

Y aquí una foto de estos dos conmigo. ¿Te puedes creer que hace muchos años Santi coincidió en alguna prueba del nacional con Amós Bilbao?. Increíble viéndolos ahora, ¿no?.

En Asturias, muchísima gente finaliza el año con una salida típica a brindar a las 12 de medio día en el Fito, pero antes, como no, hay que parar a tomar un café en el Chiringuito de Arriondas.

Como Santi no es tonto, aquí ves como me aparca, entre las motos de Bea, la artífice del Chiringuito, y la de Rosi, una de las camareras mas majas del Chiringuito.

Allí comienzan los reencuentros y las charlas moteras: que si yo fui aquí, que si yo fui allá, que si mi moto es la mejor, que si la mía la mas guapa, que si… lo de siempre… cosas de moteros.

Aunque Santi siempre encuentra un hueco para actividades paralelas.


Del Chiringuito se emprende la subida al Fito, tranquilamente por supuesto, que suele estar la carretera bastante delicada.

Y allí empiezan a llegar motos y mas motos, de grupos, de motoclubs, en solitario,… No es ninguna concentración organizada, nadie lleva la batuta en este evento, simplemente la gente va, se saludan, charlan y se lo pasan bien. No hay compañeras exprimidas sin sentido por sus pilotos, ninguna se ve en la obligación de hacer caballitos para que su piloto se crea superior. Simplemente se sube, se aparca, se charla… y nosotras esperamos aparcadas mientras algunos nos observan, contemplan, comentan, etc.
Y eso es todo, con esto se da por finalizado el año motero en Asturias.

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