Año 06 - Mes 11: Por el centro de España

Después del cursillo de la escuela Trail Montealegre, y aprovechando que estaba por la provincia de Toledo, nos acercamos a visitar el pueblecito de Tembleque…

Donde destaca su enorme plaza con soportales, bonita aunque con algunas zonas algo abandonadas y descuidadas.

Los días aun son largos y hay bastantes horas de luz, así que estando por aquí cerca no nos pudimos resistir a visitar una vez mas esta preciosa panorámica de Toledo capital.

Muchas veces os comenté que Santi tiene unos gustos un poco raros a la hora de buscar nuestros destino..

Y no me lo podrás negar a la vista de estas fotos.

Se trata de uno de los mayores cementerios de neumáticos, situado cerca de Seseña, a caballo entre las comunidades de Madrid y Castilla la Mancha.

Y no, no es un sitio alejado, en esta foto se ve claramente que hay un barrio enorme muy próximo a este cementerio.
Menos mal que parece que sus días están contados.

Aprovechando el buen tiempo me adentré por las solitarias carreteras de Guadalajara rumbo este…

Y entre una cosa y otra me encontré con esta central nuclear, la de José Cabrera o Zorita. Una foto de lejos y me voy, que no puedo acercarme mucho.

Sigo paseando por carreteras solitarias, muchas veces junto al tranquilo río Tajo…

En cuyas orillas ciertos árboles anuncian tímidamente la llegada del otoño.

Santi me llevó por una carretera por la que ya pasé varias veces, pero esta vez nos paramos a contemplar el embalse de Entrepeñas que da lugar al conocido Mar de Castilla.

Un par de fotos mientras contemplamos el embalse y nos vamos por una carreterita local en obras.

¿¿¡¡EEEHHH??!!, ¿no paramos aquí?.

Pues no, descendemos un par de kilómetros hasta llegar aun antiguo puente de piedra sobre el Tajo, justo después de que este se liberara de la presa que lo retiene unas decenas de metro mas arriba.

Venga, va, que a Santi también le gusta salir en alguna foto.

Ah, ya decía yo… volvemos por nuestros pasos tras charlar con los humanos que forman parte de un equipo de trabajo que están arreglando la carretera al comienzo de la subida.

Tomaaa…. Parece que estoy dentro de la montaña.

Venga, va, una foto con esta cornisa natural. 

Aquí baja uno de los camiones que atienden la obra, mira como casi roza la montaña en alguna zona.

¡Que bonito!, ¿nos vamos?, ya llevamos mucho rato sin movernos y me va a enfriar el aceite.

Rodeamos el embalse por el este y llegamos al viaducto de Entrepeñas… y paramos… oooootra vez…

Bueno, vale, el puente es espectacular, el día precioso…

Y las vistas estupendas, pero la carretera es divertidísima y yo estoy parada.

Bien, seguimos y volvemos a encontrarnos otra central nuclear, la de Trillo, esta mucho menos accesible que la anterior.

Pero nuestro destino era el propio pueblo de Trillo donde habíamos oído hablar de sus bonitas cascadas.

Después de un paseíto por los alrededores, Santi tuvo que hacerse una foto conmigo, claro.

Y volvimos a hacernos otra foto juntos en la aldea de Cívica donde hay un curioso edificio excavado en la montaña y a medio concluir según nos comentaron los lugareños.

A partir de aquí tomamos rumbo norte dando un pequeño rodeo por carreteras locales hasta encontrarnos con estas antiguas edificaciones.

Anda, mira que balsas de agua tan curiosas.

Salinas, estos carteles te aclaran muchas cosas, la verdad.

Llevan abandonadas unos cuantos años pero están en bastante buen estado a pesar de la cantidad de sal que se puede ver por todos lados.

El paisaje con el sol es impresionante, balsas llenas de sal separadas por sólidos muros de piedra.

No comprendo su funcionamiento pero había diversos tipos de balsas a diferentes alturas y con distinta cantidad de sal.

No es un sitio muy recomendable para nosotras si queremos que nuestras partes metálicas sigan intactas, pero merece una visita.

Venga, va, una foto motera.

Va siendo hora de abandonar el lugar…

Así que una última foto a los edificios…

Y encaminamos las largas rectas de la zona…

Que me llevan a Sigüenza por segunda vez este año. 

Seguimos camino en dirección a aquel pequeño desfiladero que se ve al fondo.

Me encuentro en una carreterita rodeada de imponentes paredes de piedra roja…

Que se alzan a ambos lados y dan cobijo a grandes aves.

Santi ya conocía el sitio así que dimos una rápida pasada a las Hoces del Rio Gallo hasta llegar a donde se abren de nuevo en un bosque de árboles variados, tanto de hoja caduca como perenne.

Mira que curioso, el pequeño río parece ir “a techado” por la montaña.

Pero lo interesante y verdaderamente bonito está en el interior de la Hoz.

Aquí una foto “de pareja” con el Santuario de la Virgen de la Hoz, complicada foto para la que nos costó buscar un sitio donde poner la cámara para que saliese toda la montaña.

Y es que es lo que tiene viajar solos, hay sitios que es difícil fotografiar.

Bah, siempre puedo salir yo sola, ¿no?.

El caso es que pasan las horas rápidamente y el sol cada vez está mas bajo…

Así que nos dirigimos al pueblecito donde pasaríamos la noche.

Al día siguiente Santi me lleva a ver un Pegaso, todo un icono español de nuestras carreteras… ¿carreteras?.

Bueno, vale, también conquistaron nuestras líneas férreas, aunque fuese como vehículos de maniobras. Aquí el “pegasín” o “meme”.

Y como no, a su lado una antigua locomotora de vapor, también en su pedestal.

Tras esta pequeña visita ferroviaria, cruzamos las Bárdenas Reales sin detenernos, siempre con rumbo norte….

Hasta llegar al clásico puerto de Monrepos, en obras constantes desde que salí del concesionario.

Una vez mas este año en los Pirineos, parando a hacerme una foto con la conocida Caseta de Fusileros de Canfranc…

Aunque estando por aquí, el destino claramente fue la impresionante estación internacional de Canfranc.

¡Que no!, ¡que es broma!, esa es la actual “estacioncilla”, la magnífica estación internacional de Canfranc es esta.

Por supuesto, como cada vez que pasamos por aquí, nos dedicamos a ver los alrededores, comenzando por la preciosa boca española del túnel de Sompor, tristemente en desuso y sin vías férreas que le den sentido.

La estación es espectacular tanto por la fachada principal como por la trasera…

Aunque en el entorno solo se aprecia abandono y deterioro como este antiguo vagón de madera abandonado.

Impresiona la larga fila de coches, furgones, vagones y demás material abandonado tanto a la intemperie como en las naves del entorno. Patrimonio industrial perdido.

Una clara muestra es esta antigua grúa ferroviaria que merecía estar preservada en un museo pero que probablemente acabe siendo desguazada para chatarra.

A pesar de todo, la estación de Canfranc sigue viva y mantiene un modesto tráfico de viajeros y también de mercancías…

Representado por trenes de vagones tolvas que son cargados con mercancías llegadas de Francia en innumerables camiones.

Tras la visita al pasado, subimos por los Pirineos deleitándonos con su paisaje.

Mira, nunca habíamos estado en esta estación de esquí, siempre habíamos pasado de largo.

Y ya que estamos, vamos a la de Astún, que también está cerquita y no tenemos prisa.

En invierno esto tiene que estar lleno de gente y actividad pero en esta época todo parece aparcado y abandonado esperando labores de mantenimiento.

Seguí el paseo cruzando la frontera por aquello de rodar un poco por “el extranjero”.

Una paradita para disfrutar del paisaje pirenaico y de sus habitantes…

Que reciben unas curiosas y llamativas marcas. Menos mal que cuando las trasquilen desaparecerán sin mas.

Anda, seguimos viendo la antigua línea férrea pero en esta ocasión por la vertiente francesa, donde se puede ver que, a pesar de las preciosas construcciones en forma de puentes y túneles, nunca volverá a reabrirse al tráfico ferroviario.

Un poco mas adelante paramos a fotografiar el imponente Fort del Portalet…

Y seguimos disfrutando de las solitarias carreteras y los preciosos paisajes.

Para volver a la Península, optamos por un puertecito que habíamos hecho en sentido contrario hace unos meses, durante la ruta de los Penitentes.

Ahora, en solitario y con toda la tranquilidad del mundo, disfrutamos de este estrecho y complicado puertecito…

Que desemboca en el Col de Soudet con unos impresionantes paisajes que combinan piedra y árboles,…

Para, a su vez, desembocar en el Col de La Pierre Sant Martin, todo un lío de puertos de montaña en apenas cinco kilómetros.

Por primera vez en mi existencia y después de haber pasado tres veces por aquí, voy a disfrutar del nudo de corbata, lazo o curva de 360º de este puerto.

Es una curva a izquierdas según bajas y se ve perfectamente las dos alturas de la carretera.

Tal vez sea una curva demasiado amplia para mi gusto, pero eso no le resta un ápice de espectacularidad.

Por supuesto, Santi también quería una foto aquí así que me resigné y posé junto a el.

Después de las fotos continuamos la bajada disfrutando del paisaje…

En busca del siguiente destino, un puerto que ya conocía pero en el que no conseguí sacarme una foto con su cartel…

Y sigo sin conseguirlo porque en lo alto no había ninguno, así que me conformé con el que hay al comienzo de la ascensión.

Lo mas espectacular de este puerto son sus vistas de la Selva de Irati por donde Santi pasó hace años en bicicleta y que, como era de esperar, tiene sus pistas cerradas al tráfico a motor.

En fin, continuamos adentrándonos en Navarras disfrutando de sus encantadores pueblecitos de montaña.

 Pero nuestro siguiente destino estaba mucho mas al oeste, así que abandonamos los Pirineos para volver a las largas rectas de la meseta,…

Hasta llegar a este punto, lo mas cerca que me pude acercar….

De San Millán de la Cogolla de Suso, un monasterio pequeñito pero resultón…

Enclavado en un precioso paraje al que se accede por esta bonita carretera.

Volvimos sobre nuestras rodadas para visitar el enorme monasterio de Yuso, en el pueblo de San Millán de la Cogolla.

Muchísimo mas grande que el de Suso y Santi tenía que posar conmigo, faltaría mas.

A partir de ahí dimos por terminadas las visitas culturales y nos adentramos en la sierra de la Demanda acompañados de una molesta lluvia.

Pasé por aquí no hace mucho y el nivel del agua estaba muy alto, ahora, con mucha menos agua aparecieron ante mi unas curiosas edificaciones que llamaron mi atención.

Se trata del antiguo pueblo de Mansilla que quedó anegado por las aguas con la construcción de la presa actual.

Desde la pequeña ermita de Santa Catalina se puede apreciar perfectamente lo que fue en otra época un próspero pueblo.

Un cartel informativo nos cuenta lo que vemos: catedral, fábricas, casas, … todo perfectamente visible.

Tras la inesperada “visita” continuamos por las carreteritas en dirección al último destino del día…

Pasando primero por Santo Domingo de Silos donde nos desviamos…

Para llegar aun enclave curioso que Santi conoció con su anterior moto y ya tenía ganas de enseñarme.

Las tormentas aumentaron y mi piloto aprovechó los túneles para cobijarse y sacar lo que el llama “fotos artísticas”… angelito.

El caso es que yo no podré acercarme mucho al destino, pero donde quedo estacionada bien que se merece unas cuantas fotos para admirar el contraste entre los árboles y la piedra.

El otoño está llegando y los árboles dan buena nota de ello.

En esta zona también abundan las grandes aves, buitres diría yo…

A juzgar por su envergadura, pero no podría afirmarlo, no entiendo mucho.

En fin, me resigno a quedar aparcada mientras Santi se adentra en el desfiladero de la Yecla 10 años después de que lo hiciese con su anterior montura.

Es un sitio impresionante, parece imposible que pueda pasar por ahí un rio pero la naturaleza es poderosa y capaz de las cosas mas inverosímiles.

Concluida la visita, nos sacamos una foto lo mas cerca posible del desfiladero…

Y nos preparamos para emprender la marcha…

Echando un último vistazo a un tramo del caminito que se ve desde la carretera principal.

Y ya está, allí, tras aquellos árboles amarillentos queda el desfiladero de la Yecla y damos por finalizada esta excursión de tres días.



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6 comentarios:

  1. Como me gustan tus relatos. Gracias por deleitarnos contus viajes, Dero-Varadero. Saludos a Santi.

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    1. Muchas gracias por el comentario y por leer el blog, así da gusto seguir escribiendo :)

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  2. Magnífica ruta Santi. Gracias por compartirlo. Un abrazo

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    1. Tenemos un país maravilloso para conocer en moto Paco, gracias por leer el blog y por el comentario :)

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  3. Excelente y bonita ruta. Me ha gustado por donde no he ido en moto y he reconocido lo que hay cerca de Guadalajara.

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    1. Me alegro que te guste y espero que te sirva para animarte a visitar algún rinconcito nuevo.

      Gracias por leer el blog y por el comentario.

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