Año 06 - Mes 11: Juegos Moteros en el Chiringuito

Para finalizar el mes, hicimos algo especial que comenzó con una visita a Villaviciosa…
Donde el motoclub Reveyecu tenía preparada su recogida anual de alimentos.
El año pasado llovía a mares y había poca gente, pero este brillaba el sol y a primera hora ya había varias compañeras así que preparamos los alimentos que teníamos mientras vimos al presidente del Motoclub viniendo a saludar a Santi.
Me quedé allí esperando con otras amigas que iban llegando mientras hacía la entrega de nuestra pequeña aportación y saludaba a los conocidos.
También formaban parte de la organización los componentes del motoclub Asturguardianes, con los que ya rodamos en otras ocasiones.

Cuando nos fuimos, ya había una buena cantidad de alimentos recogidos.

Pero la diversión nos esperaba en el Chiringuito Motero de Arriondas, el Chiringuito de Bea, donde teníamos algo preparado diferente preparado y para ello necesitábamos unas cuantas botellas de agua, algo de cinta y muchas ganas de pasarlo bien.

Como invitada especial apareció nuestra perrita Nuca, que en cuanto vió a Santi se fue a la carrera a jugar con el.

No se puede decir que sea la perrita mas guapa del mundo, pero si es muy lista y muy buena.

Comienza la revisión del terreno y los preparativos, con Nuca vigilando por si acaso.

La primera en probar el terreno fue mi amiga Yamaha Tricker y su piloto Bea.

Santi iba tomando nota y mirando donde se podían poner mas conos, por supuesto, escoltado por Nuca.

Los conos amarillos tan bonitos fueron obra de Bea, que los compró para divertimento de todas nosotras… ¡¡¡Gracias Bea!!!.

Los grandes estaban bastante separados, y luego había otros mas pequeñitos que estaban mas juntos.

Después Santi se lio a poner botellas de agua por aquí y por allá, para hacer zig-zag, para hacer curvas cerradas, …. A distintas distancias y en distintas posiciones.

Venga, va, pero yo también quiero divertirme… sube de rodillas gordito, que estás castigado por tenerme tanto rato parada.

Ahora ponque por la este lateral a ver como va la cosa…

¿Cambiamos de lado?

Por aquí también va bien, ¿no?.

Enseguida fueron apareciendo nuevas amigas, como esta preciosa BMW 1200 R con su piloto Félix…

Que se lo pasaron en grande tumbando hasta límites insospechados… bueno, hasta rozar literalmente uno de sus cilindros.

Y también apareció Isaac, que después nos diría que se lo pasó en grande y cogió mas confianza con la moto en maniobras lentas.

Como Romina, que con su deportiva Honda CBR acabó dando curvas que ni ella misma se imaginaba.

También Vanesa y su preciosa Yamaha Fazer se divirtieron un buen rato entre las botellas y los conos…

A pesar de ser un poco reacia a entrar en un principio.

Lo mismo que Elena y su preciosa Harley Davison…






Que aunque no es una de las motos mas manejables, se divirtió como todas nosotras.

Hasta el gran motero veterano Fredo, con cientos de miles de kilómetros a sus espaldas…

Disfrutó un rato con mi buena amiga BMW K 100 que se lo pasó en grande entre conos y botellas.

Ah, y como Santi estaba liado poniendo y colocando botellas, me cogí a su hermano Choche para seguir disfrutando del día, ¡¡¡que menos!!!.

Así que le enseñé como se toman las curvas cerradas con tranquilidad y sin complicaciones, porque su moto, una potentísima Kawasaki ZX-12 no es muy amiga de las curvas cerradas.

Por si fuese poco, el domingo pusieron tramos cerrados con cinta, curvas cerradas y curvas mas cerradas aun.

Mira, mi amiga Varadero con Mónica a los mandos, quizás los que mejor se lo pasaron de todos, apenas pararon un momento y se las veía progresar por momentos.

Si algo había complicado era un “ocho” de la anchura de dos plazas de garaje. Aquí Noé comprobando si la Fazer gira entre las cintas…

Al final lo consiguió y yo le enseñé un truquillo: si te inclinas con la dirección cerrada a tope, gira mas. Ah, sobre mi Choche, Santi estaba tras la cámara de fotos.

A última hora apareció un pequeño espontáneo a lomos de una compañera automática de 50cc y claro carácter campero.

El padre de la criatura pidió permiso y se lo pasó en grande disfrutando de los conos y las curvas.

La última sorpresa del día la dio Mario, un pequeño futuro motero que llegó con su bici con las rueditas traseras…

Y se fue sin ellas después de practicar un poco y de atreverse con los conos y todo.
Lo dicho, un fin de semana distinto, con pocos kilómetros pero mucha, mucha diversión, tanta que muchas compañeras me llamaron para repetir la experiencia.




Por cierto, aquí tenéis un video
Juegos Moteros en el Chiringuito de Arriondas, el Chiringuito de Bea




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