El sábado era fiesta así que salimos temprano y paramos a desayunar en el pueblecito cántabro de Alceda donde los pilotos se zamparon unos buenos sobaos pasiegos.
Después de quitarnos de en medio el tramo de autopista y el tramo de la N-623 que está lleno de pueblos, comenzamos a disfrutar con el ascenso al puerto del Escudo.
Después nos adentramos por solitarias nacionales pequeñas comarcales donde había tramos que aun conservaban el encanto de los árboles a los lados de la carretera.
El primer destino turístico era la Ermita de Santa María de la Hoz o Ermita de Tobera, como el pueblo de al lado.
Como yo ya estuve unas cuantas veces por aquí, aconsejé a mi amiga el mejor sitio para sacarse una foto junto con su piloto.
No estuvimos mucho tiempo porque al ser sábado había mucha gente así que enseguida nos fuimos a Frías…
Para sacar unas cuantas fotos…
Antes de quedar aparcadas y dejar a nuestros pilotos que hicieses un poco de TT (Turismo Total).
El pequeño pueblo de Frías está amurallado y nosotras no podemos entrar…
Pero para los visitantes a pie es un verdadero paraíso lleno de rincones intersantes…
Y curiosos.
Nosotras estábamos allí al fondo, fuera de las murallas…
Mientras ellos pateaban sin descanso por las callejuelas del pueblo…
Buscando rincones pintorescos.
Venga, va, nos vamos… una última foto de mi amiga con su piloto y la ciudad al fondo…
Y nos vamos a poco más de un kilómetro para visitar el puente medieval que salva el río Ebro.
Venga, hazte una foto aquí que es un puente muy chulo…
Y continuamos viaje aunque con peor suerte con el tiempo porque al bordear el embalse de Sobrón nos cayó una buena tormenta veraniega.
Nada importante pero lo justo para fastidiar un poco las siguientes fotos en un sitio de esos que a nadie llama la atención pero que a mi piloto le encantan.
Es una especie de museo partículas de vehículos industriales antiguos que se encuentra antes del pueblo de Espejo, justo en el desvío hacia la carretera de Añana.
Hay tractores, excavadoras, cañones, camiones, … todo en un estado de conservación bastante digno y bien cerca de la carretera para poder contemplarlos a gusto.
Tras la paradita continuamos por una solitaria carretera en dirección este hacia el siguiente destino turístico del día…
Que pareció gustarle a Mónica a juzgar por su sonrisa.
Las salinas de Añana, que datan de la época de los romanos y bla, bla, bla… en internet hay mucha información, pero está claro que forman un paisaje espectacular.
Oye, vamos a aprovechar que viajamos acompañados para sacarnos una foto juntos, que las que tenemos de otras veces no me gustan.
Y seguimos… tras un trozo de autopista para quitar kilómetros y entrar en Navarra, nos adentramos en una revirada carretera…
Donde paramos para que los pilotos disfrutasen de las vistas…
Porque nosotras disfrutábamos de las curvas… bueno, nosotras y ellos.
El puerto de Urbasa es precioso por trazado y paisajes,…
Con una zona de meseta realmente bonita y que en parte está cubierta por un fantástico bosque…
Donde, por supuesto, paramos un rato, que estamos de vacaciones.
Después tocó otro tramo de meseta, en este caso mucho más abierto y que nos permitió disfrutar del buen tiempo…
Hasta que comenzamos la bajada por la otra vertiente de la sierra en dirección a Estella.
No paramos en Estella, fuimos directamente por un trocito del Camino de Santiago a….
Beber vino gratis, si, si, una fuente que da vino, ¿sorprendida?.
Vale, no será un vino muy bueno pero es uno de los puntos mas curiosos del Camino de Santiago aunque todos sabemos que se trata de publicidad encubierta pero… es curioso.
Oye, ¿aprovechamos para sacarnos una foto decente?, que todas las que tenemos aquí no valen para nada.
Seguimos por la antigua nacional que cuesta seguir porque continuamente nos invita a tomar la autopista que va paralela… pero conseguimos llegar a Puente la Reina, con su impresionante puente a las afueras del pueblo...
Y de ahí al siguiente punto que aún no conocíamos, la curiosa capilla de planta octogonal….
La Iglesia de Santa María de Eunate, que está un poco fuera del Camino de Santiago pero suele ser un sitio de visita alternativa.
Ahí acabamos la jornada y al día siguiente salimos de Pamplona hacia el sur para parar a desayunar a las afueras de Tafalla…
En el pintoresco y motero bar de “El Paso”.
La parada nos llevó un buen rato para que Mónica disfrutase del establecimiento…
Antes de seguir con otro pequeño paso hacia el sur…
En busca del primer destino turístico del día, Olite.
Y como buena anfitriona, me quedé en el aparcamiento con mi compañera mientras los pilotos se iban a dar una vuelta…
por el interior del pueblo…
Donde destaca su precioso castillo que parece sacado de un cuento de hadas.
Además, parece que de aquí sacaron las ideas los fabricantes del Exin Castillos con el que tanto jugó mi piloto de crio.
Después de un rato volvimos a cargarnos a nuestros pilotos sobre nuestros asientos y a través de la solitaria nacional que pasa por Caparroso nos dirigimos al sur…
Donde, tras visitar el centro de interpretación de Arguedas, nos entramos de lleno en el plato fuerte del fin de semana: las Bárdenas Reales de Navarra.
Mi compañera tenía ganas de un poco de pista sencilla y sabía que aquí lo iba a pasar en grande…
Con muchos kilómetros señalizados y aptos para todo tipo de vehículos.
Además también hay un paisaje bastante curioso, muy inhóspito como corresponde a un desierto.
Por supuesto nos hicimos una foto los cuatro en el punto más turístico de la zona, el Castil de Tierra…
Y una de mis acompañantes, que se lo estaban pasando genial.
El verano estaba en pleno apogeo y había bastante ambiente de motos y todo terrenos preparados para dar la vuelta al mundo sin parar a repostar…
Pero nosotras nos dedicamos al turismo puro y duro, así que nos acercamos al monumento al segador que está allí cerquita…
Y luego continuamos rodando por las pistas bajo un intenso calor…
Que reblandeció aún mas el cerebro de mi piloto porque las siguientes fotos salieron todas movidas y desenfocadas.
Menos mal que en una paradita se dio cuenta y las cosas volvieron a su cauce…
Para que Mónica pudiese hacerse una foto con la tierra reseca y cuarteada de la zona.
Bueno… y alguna foto más para el álbum aprovechando el pintoresco paisaje.
Por supuesto, había que hacer un poco de postureo…
¡¡¡faltaría mas!!!...
Así que unas cuantas fotos de pie para que parezca una aventura del copón.
Tras la sesión de fotos seguimos la ruta turística, digo… seguimos atravesando el árido desierto…
Hasta llegar a la base militar que se encuentra a la entrada y donde se hacen prácticas de tiro.
Un par de fotos más con el impresionante terreno de la zona y….
¡¡¡donde vas loca!!!, pasa con cuidado.
En fin, de nuevo en la pista y nos dirigimos a una salida alternativa…
Que nos regala una visita al monumento al pastor Bardenero…
Antes de sacarnos al asfalto, eso si, carreteritas solitarias y encantadoras.
El turisteo nos llevó al siguiente pueblo donde los humanos tenían que repostar aprovechando para refugiarse del sol de medio día…
Eso si, después de hacerse una foto chula en el castillo de Sádaba.
Después de la comida hicimos unos pocos kilómetros hasta Uncastillo…
Donde los humanos nos dejaron descansar mientras ellos se dedicaban a recorrer las callejuelas.
Por supuesto, no podía faltar una foto a las afueras antes de tomar un divertido tramo de carretera que a través del puerto de Sos…
Hasta el pueblo de Sos del Rey Católico. Aunque había prevista una visita los humanos se la saltaron porque estaban algo cansados…
Aunque paramos un poco mas adelante, en Javier, para visitar su castillo…
Antes de emprender la marcha hacia el norte, en dirección a las montañas…
De las que bajan bonitos ríos que en estos días tan calurosos están llenos de gente…
Aprovechando para refrescarse en cada rincón.
Parece mentira que hace solo un rato estuviésemos en un desierto en una zona casi plana y ahora nos encontremos en peno pre-pirineo Navarro…
Muy cerquita del pueblo donde pasaríamos la noche, Isaba.
Al día siguiente volvimos a tomar dirección norte, hacia las montañas…
A donde llegamos enseguida para disfrutar de las impresionantes vistas que hay en cada mirador de la carretera.
En el valle el día era precioso aunque en las montañas se veían unas nubes que no presagiaban nada bueno… pero que quedan bien en las fotos.
Poco a poco llegamos al gran lazo o nudo de corbata de este puerto…
En el que la carretera se retuerce sobre si misma en una gran curva a la derecha…
Que en muy poco espacio permite ganar mucha altura.
Desgraciadamente, la curva es poco fotogénica y no se aprecia bien entera, pero es muy divertida, la verdad.
A medida que ganábamos altura las nubes aumentaban…
Aunque se podía contemplar el paisaje con tranquilidad…
Y disfrutar del bonito trazado de la vertiente francesa…
Hasta que tuvimos que dar la vuelta porque mas abajo la niebla era tan espesa que no nos dejaba disfrutar del paisaje.
No hay problema, ruta alternativa volviendo por donde vinimos…
Y parando a hacer una foto en lo alto del Col de la Pierre Saint Martin.
Aquí también atravesamos un tramo de niebla, pero mucho mas abierta que en la otra vertiente…
Hasta que en el fondo del valle se abrió el día de forma espectacular, como cuando salimos.
Tomamos unas carreteritas solitarias y atravesamos varios puertos …
Y varios pueblos con marcado carácter pirenaico…
Para llegar al último destino turístico del día: Roncesvalles.
Aquí tocaba parada y visita…
Antes de que Mónica se sacase una foto con el monasterio al fondo…
Y, como no, otra con el famoso letrero que saluda el inicio de los peregrinos que parten hacia Santiago.
Nuestro viaje de fin de semana llegaba a su fin y tomamos dirección oeste…
Hasta el puerto del Erro…
Donde paramos a turistear un poco por última vez…
Antes de emprender el regreso del tirón por autopistas para merendar en el Chiringuito Motero de Arriondas.
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